Hay quien se forja   -y se conforma-   con “vivir la vida” de la (o con…) la literatura, la cultura… Hay quien vive, prescindiendo de la literatura, de la cultura, solo con las  enseñanzas/experiencias vitales… Hay quien sólo leyó, y se olvidó de vivir. Hay quien quiso prescindir de la lectura, experimentando sólo vitalmente y vivió a medias…Pero, la literatura, la cultura, ¿no alimenta también a la experiencia? ¿A la enseñanza en las vivencias  del día a día…? Y, las experiencias vitales/personales, ¿no ayudan a “comprender” la literatura, la cultura? Creo que sí.Por tanto, uno/una, no puede, no debe conformarse/encerrarse con/sólo en las experiencias vitales/personales, y/o en la literatura/cultura. Debe vivir, lo uno y lo otro al unísono…